AHORA SÍ SOY FELÍZ
Cuenta Lorena Castro, habitante del municipio de Belén, su experiencia personal.
Cumplo uno de los sueños más grandes de mi vida, tener la paz interior que mi
alma tanto deseaba y buscaba, en los vicios, la parranda, las drogas y la
soledad, en las cuales nunca encontré lo que deseaba, solo me refugiaba en
ellas para salir de mi verdadera situación.
A la edad de
quince años conocí la persona por medio de la cual Dios comenzaría a cambiar mi
vida y darle un rumbo diferente, todo empezó cuando comencé a asistir
nuevamente a la iglesia (MMM), donde me dieron el apoyo psicológico y espiritual
que necesitaba; decidí ser una persona diferente, y creer en Dios que sí era
posible salir del lodo cenagoso donde me encontraba, desde ese momento mi vida
fue cambiando evolutivamente de una manera inexplicable, recuerdo el momento en
que Dios llego a mi vida inundando con su presencia mi corazón, las lágrimas no
se detenían y no dejaban de caer por mis mejillas, fue algo incomprensible;
pero desde ese instante sentí cómo su paz se apoderaba de mi ser, comencé a ser
una joven distinta, a sentir pena y vergüenza por las cosas que hacía antes; el
baile, los vicios y mis “amigos” ya no tenían importancia, lo único que deseaba
era sentir a Dios dentro de mi vida ya que esto era lo que traía paz, gozo, tranquilidad
y alegría a mi corazón.
Tal vez
muchos se pregunten por qué caí en esa situación; (quiero compartirles que los
padres influyen mucho en cada etapa, especialmente en la niñez y juventud) ya
que en estos momentos es donde un ser es formado, además llegan el tiempo de
tomar decisiones.
Vivíamos en Macarabvita Santander, cuando mis padres tomaron la decisión de mudarse a Belén, donde actualmente
vivimos; todo marchaba bien en mi hogar antes de este suceso, asistíamos a la
iglesia, en mi hogar existía la paz y el amor de Dios en cada uno de nuestros
corazones, al llegar a habitar en este municipio todo cambio, nuestra situación
económica y familiar se fue deteriorando, especialmente la familiar, mis padres abandonaron a Dios y ahí fue donde
radico el principal problema, fui creciendo hasta convertirme en una adolescente y ya no quería saber nada de Dios y menos de
mi familia, se vivía un infierno; el respeto entre ellos se perdió, estuvieron
a punto de separarse, gracias a Dios su amor les alcanzo nuevamente y les
preservo su hogar, aunque como todo en la vida tiene consecuencias, es decir,
cuando ellos quisieron poner mano y riendas en mi vida, ya era demasiado tarde,
yo ya había hecho mi propio mundo aunque vivía en el mismo techo con ellos.
Nunca lograron
volverme a integrar en el camino real,
ni entrar en razón; hasta que solamente un milagro de Dios en mi corazón pudo obrar.
Actualmente soy
una mujer diferente que puede testificar del amor de Dios en mi vida. Gracias a
Dios estoy casada y llevo una vida diferente junto al hombre que Dios puso en
mi camino, estamos luchando por nuestro hogar y el bienestar de nuestra hija.
Este es un testimonio real, los nombres de las personas que aparecen en la historia se han cambiado por privacidad.
gracias bendiciones.
Este es un testimonio real, los nombres de las personas que aparecen en la historia se han cambiado por privacidad.
gracias bendiciones.
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